Mes: febrero 2016

Miel, dulce miel

 

De pequeño siempre nos decían que a quien madruga Dios le ayuda, así pues, el sábado partíamos antes de las primeras luces del alba rumbo a Caravaca de la Cruz para disfrutar de un orientador fin de semana en el ambiente del XXVIII Trofeo Costa Cálida.

El primer match se desarrollaría en Cehegin, dentro del paraje Coto de las Maravillas. Un lugar este paradisiaco para los amantes de la buena orientación, con un primer sabor en boca duro y agreste a la vez que seductor; los olores a tierra y bosque húmedo, producto de la fina lluvia caída momentos antes, daban en nariz unos toques intensos a la par que agradables y estimulantes; ante nuestra vista se mostraba esplendorosa toda una gama de colores donde el verde en distintas intensidades predominaba sobre los demás, seguramente apabullados por su poderío e intensidad; unas curvas de nivel poderosas y contundentes sujetaban un terreno de buen agarre tapizado por vegetación húmeda que en piernas mostraba todo su carácter si se le intentaba dominar por las bravas.

La salida sencilla me llena de confianza pues he llegado a la tercera baliza sin dificultad así que decido omitir el consejo de mi leal y fiel brújula para entregarme a un recién llegado, mi mapa, al que, por falta de tiempo más que otra cosa, apenas conocía. Mi osadía me produjo un picotazo en el orgullo orientador en forma de pérdida de tiempo: mi nuevo mejor amigo me acababa de enviar su tarjeta de presentación.

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Si el destinatario de esa tarjeta hubiese sido cualquiera de los moradores habituales de esos lares el efecto habría sido el de reconocimiento de un rival de primer orden. Pero en vez de eso mi inmediato pensamiento era domar a la fiera sí o sí. Y fue no. El cansancio acumulado impide pensar con fluidez y por enésima vez ignoré mi amiga la brújula consiguiendo evitar dar con la baliza correcta para volver al mismo lugar indeseado: en mitad de ningún lado.

Un dolor en la pierna me recordó que estaba perdiendo mi particular batalla con el magnífico paraje, así que recompuse la estrategia pidiendo socorro a mi olvidada brújula que sin dudarlo un momento me iba marcando el rumbo perfecto. De pronto el terreno se volvió más amigable, supongo que por lastima. Las mejores rutas antes ocultas aparecían ahora sobreimpresionadas en el mapa, los antes inexpugnables regueros se transformaban en divertidos toboganes y suaves vaguadas, unos cómodos espolones me acercaban en volandas a otrora aquella imposible baliza.

Cuando le mostré el respeto debido a mi rival, obtuve el suyo. Antes no. De domador inicial acabe fascinado por el lugar de justo nombre. Deje mi carta de presentación para una futura ocasión pues quien sabe si entonces el acogimiento, ahora que nos conocemos, será mejor. Conmigo fuera de combate la diversión se traslada a las intrincadas calles de nuestra anfitriona: Caravaca de la Cruz.

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La expedición de nuestros chicos, en «El Coto de las maravillas»

El rápido sprint transcurre entre las empinadas rampas del casco antiguo de Caravaca por donde los más hábiles orientadores exprimen al máximo el cronometro situado en el Templete, no sin antes presentarle sus respectos la Basílica de la Vera Cruz.

No solo de deporte vivimos y la prueba son los numerosos orientadores que haciendo gala de su porte y elegancia engrosaban las cajas registradoras de los distintos bares del lugar robusteciendo uno de los pilares fundamentales de este bello deporte: la convivencia.

Como no podía ser de otro modo los integrantes del BMT son el fiel ejemplo de ese pilar y para afianzarlo un poco más nos apropiamos de una escondida taberna típica murciana donde el regente de la misma abrió los ojos cual búho nocturno al vernos entrar, ¡la duda que nos quedó al partir fue si por alegría o por pesar!

Durante el tiempo que allí estuvimos eso nos dio igual pues los quintos y las tapas volaban sin cesar, y, eso sí, todas y cada una de ellas quedaronse reflejadas en la factura final que raudamente fue pagada en señal de amistad.

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La plaza de toros puso el broche a este magnífico Trofeo

El paseo desde el parking hasta la bonita plaza de toros caravaqueña reavivo las secuelas del día anterior por lo que la prudencia me aconseja quedarme en los tendidos de la misma aplaudiendo la llegada de los finisher del Trofeo Costa Cálida. Uno tras otro entraban en meta apurando las ultimas zancadas en el albero de la plaza con el sudor en su cara y la respiración entrecortada mientras contienen el aliento ante la descarga de la pinza y ver aliviados que han evitado la errada.

La música de ACDC resuena en la plaza cuando el gesto sonriente de Javi le delata, ¡ya se sabe ganador de la prueba de hoy en su versión a la caza! Varios integrantes del Godih dejan en el pódium su impronta inmortalizada por las cámaras para regocijo de todos, pero debéis entender que la que más alegría nos proporciona es sin duda la de nuestro capi, D. Javier, pues en esta ocasión ha subido algún que otro grado en la escala de la orientación. Las mieles del triunfo siempre son muy dulces, ¡a disfrutadlas!Costa Calida16_Media_Inma_458.jpg

 J.A.T.D.

Buscando hongos

 

La mañana se abre ante los orientadores de manera espectacular, buen sol, apenas una brisa imperceptible y la temperatura fresca. Es la 2ª incursión que el BMT realiza en el Circuito conquense este año y hemos traído a nuestros mejores espadas. Su ilusión es nuestra motivación.

En un pinar antes de llegar a Arcas de Cuenca se desarrolla la competición. La expectación y nervios previos a la salida están presentes. Hay ganas por desentrañar los secretos ocultos por la Organización y ganar la partida, primero a ellos al no cometer error de tarjeta y después al crono que es el implacable juez que coloca a cada uno en su justo lugar.

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Espectacular pinar para disfrutar de este apasionante deporte. Foto: Julián Chafé

Al coger el mapa veo que los amigos de COMCU piensan igual: han quitado del mismo todos los caminos y sendas. Shock inicial. La balanza se desequilibra. No van a entregarnos la llave del tesoro tan fácilmente. Toca recomponer esquemas mentales y readaptar la interpretación del mapa ajustando a las curvas de nivel, elementos rocosos y algunos claros entre infinito espacio en blanco. Esto promete…

Una vez superada la fase inicial de asimilación de un mapa con menos referencias a lo acostumbrado me centro en fusionar lo que el terreno me transmite junto con la interpretación de la lectura, intentando sincronizar ambas percepciones para alcanzar ese estado de fluidez en la carrera que permite clavar las balizas pues sabes que está allí esperándote antes incluso de llegar a ella.

La mullida alfombra de hojas de pino colocada encima de las suaves ondulaciones del terreno se va desarrollando bajo mis pasos consiguiendo transmitir una sensación de comodidad que cuantas zapatillas de gel quisieran.

Bajo ese gozo transcurría la carrera cuando un rumbo mal calculado me conduce a una zona donde debía estar la baliza…y no estaba. Primer pensamiento: ¡El mapa tiene un error! Segundo pensamiento: ¡La Organización ha equivocado el emplazamiento! ¿Quién no ha tenido ese pensamiento alguna vez intentando acoplar el terreno a la zona del mapa donde suponemos que estamos, mientras la sangría de minutos aumenta sin cesar?

El exceso de confianza penaliza tanto como la falta de ella. La realidad es tozuda y al final siempre tendrá razón por lo que cuanto antes lo asumas mejor, por lo que decidí reubicarme en el último tramo conocido y, ahora sí, dirigirme raudo a picar los 3 últimos controles. Al descargar confirmo que mi incursión en búsqueda de setas ha sido poco edificante: 20 minutos extras. ¡A la próxima voy al Súper!

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Tres de nuestros chicos alcanzaron el podium en la categoría infantil. Foto: Julián Chafé

Durante la entrega de premios las caras de felicidad de los mejores atestiguaban su alegría, y aunque algunos ya están acostumbrados no podían, ni debían ocultarla. El reconocimiento es fundamental, al margen de la edad, por lo que después del acto de entrega de trofeos nos fuimos a reconocer las instalaciones de una conocida cadena de comida rápida donde dimos buena cuenta de las viandas que solicitamos y entre algunas risas y varias carcajadas terminamos de compartir este intenso día.

 

 J.A.T.D.

Caloret vs. fresquet

Aún faltan 49 minutos en mi reloj para la puesta en marcha de la 3ª Carrera de Orientación del Circuito de Albacete en la localidad de Alpera. El viento del noroeste provoca una sensación de frio que la fuerza del sol a duras penas consigue contrarrestar, por lo que la búsqueda de un parapeto cara al sol es la mejor opción.

Poco a poco la explanada se llena de personas, muchos jóvenes, algunos no tanto; bastantes conocidos, y otros menos, pero todos con las ganas de disfrutar de este deporte que une diversión y ejercicio a partes iguales, como si de una pócima relajante para cuerpo y espíritu se tratase.

La hora de salida se aproxima para cada orientador, la tensión va en aumento y la mejor forma de combatirla es realizando carreras cortas y algún estiramiento que permita al organismo entrar el calor, aunque hoy se antoja una tarea complicada.

Brújula, pinza, portadescripción de controles, polainas….un repaso mental a la equipación estándar del buen orientador para verificar que todo esta en su sitio antes de la colocación en la pre-salida, ya solo faltan 2 minutos y el juez da permiso para acceder al primer cajón. Las pulsaciones empiezan a subir, limpiar y comprobar la pinza forma parte de la rutina antes del paso al siguiente cajón a menos de 1 minuto de la salida. Ya tengo el mapa y la adrenalina empieza actuar quedan segundos para lanzarme a correr. Concentración total… 3,2,1 ¡Ya!

Estoy en carrera y el triangulo de salida es mi primera referencia, que paso lanzado en pos de la primera baliza pues ya estoy ubicado en el mapa. La llegada es captada por la cámara de Ascen que no ha dudado en situarse en el lugar más apropiado, aun costa de no ser el más grato. El encontrar la primera baliza de forma rápida suele ser presagio de una buena carrera pues ello significa que has asimilado el mapa en un proceso mental que algunos no dudarían en calificar de asombroso pues se auna el correr lo más rápido posible a la vez que se interpreta una gran cantidad de información altamente detallada. Y de esa velocidad de interpretación dependerá en gran medida el resultado de la carrera.

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El objetivo de Ascen, siempre presente en estas carreras

Las balizas van pasando esta ocasión sin problemas de localización incluso en la parte intermedia, donde las terrazas de los cultivos, con el centenario Pozo de la Nieve de Alpera como mudo testigo, dan un punto añadido de diversión a esta parte del recorrido que rápidamente se traslada al Parque de la Mejorada donde entre sus encinas centenarias se decidirá el ganador de esta gran carrera.

Una vez picada meta la curiosidad por ver el tiempo empleado y compararlo con mis compañeros de batalla llena la segunda parte de estos eventos, pues todos tenemos algo que comentar, añadir o matizar para diseñar la carrera perfecta, esa que algún día llegará. Mientras tanto los premiados recogen orgullosos sus trofeos en medio de aplausos más que merecidos, con la mente situada ya en la siguiente baliza. A estas alturas el fresquet es historia, ha ganado el caloret.

Si te gusta la aventura y no temes verte perdido,

si quieres demostrar que puedes hacerlo por ti mismo,

la orientación es tu deporte, la baliza tu testigo.

J.A.T.D.